viernes, 4 de julio de 2008

UN MENSAJE A GARCIA


por Herbert Hubbert

Prefacio sobre la historia del mensaje a García:
"Esta pequeña obra literaria, UN MENSAJE A GARCIA, fue escrita una noche, después de la cena, en una hora. Érase el 22 de febrero de 1899, natalicio de Washington, y ya íbamos a entrar a la prensa con el número de marzo de nuestra revista Phillistine. Brotaba candente de mi corazón, escrita cual fue, después de un pesaroso día dedicado a tratar de enseñar a ciertos indolentes moradores de la villa a abjurar de aquel estado comatoso en que se encontraban y a infiltrarles radioactividad.
La idea surgió de una pequeña discusión, cuando tomábamos el té, en la cual mi hijo Bert lanzó la especie de haber sido Rowan el verdadero héroe de la guerra de Cuba. Rowan salió solo y realizó su propósito, llevó el mensaje a García. Cual destello de luz vino a mi mente la idea. Es verdad, me dije. El muchacho tiene razón, héroe es aquél que cumple su cometido: que lleva el mensaje a García. Me levanté de la mesa y escribí UN MENSAJE A GARCIA. Tan poca fue mi estimación de este artículo, que se publicó sin encabezamiento en la revista.Se hizo el reparto y poco después comenzaron a llegar pedidos de una docena, cincuenta, con ejemplares adicionales del número de marzo de Phillistine, y cuando la American New Company, pidió mil ejemplares, pregunté a uno de mis empleados cuál era el artículo que había levantado tanto polvo cósmico. –Esto de García, me contestó.
Al día siguiente se recibió un telegrama de George S, Daniels, del Ferrocarril Central de New York, que decía así:
"Comuníqueme precio de cien mil ejemplares artículo Rowan, en forma de folleto. Anuncio Tren Expreso del Estado Imperial al respaldo. Diga cuándo puede hacerse entrega."
Contesté cotizando precio y diciendo que podía entregarlo en dos años.
Nuestras facilidades eran pocas y cien mil ejemplares parecía una empresa magna. El resultado fue que le concedí permiso a Mr. Daniels para que reprodujera el artículo como quisiera. Lo hizo en forma de folletos en ediciones de medio millón cada una, y además, el artículo fue reproducido en más de doscientas revistas y periódicos. Ha sido traducido a todos los idiomas.
Cuando Mr. Daniel, se ocupaba de la distribución de un MENSAJE A GARCIA el príncipe Hilakoff, director de los Ferrocarriles de Rusia, se encontraba en este país. Era huésped de la Compañía Central del Ferrocarril, Central de New York, y viajó por todo el país acompañado por Mr. Daniels. El príncipe vio el librito; le interesó; más por el hecho de que Mr. Daniels lo estaba distribuyendo en tan grandes cantidades que, probablemente, por cualquier otro motivo.
De todos modos, cuando el príncipe regresó a su país, hizo que se tradujera al ruso, y se entregara un ejemplar a todo empleado del Ferrocarril en Rusia. Tras éste vinieron otros países, y de Rusia pasó a Alemania, Francia, España, Turquía, India y China. Durante la guerra entre Rusia y el Japón, a todo soldado se entregó un ejemplar de UN MENSAJE A GARCIA. Llegaron a la conclusión de que debía ser algo bueno y por consiguiente lo tradujeron al japonés.
Y por orden del Mikado se entregó un ejemplar a todo empleado, civil o militar, del gobierno japonés.Más de cuarenta millones de ejemplares de UN MENSAJE A GARCIA han sido impresos. Se dice que ésta es la circulación mayor en toda la historia que haya tenido un trabajo literario durante la vida del autor, gracias a una serie de accidentes afortunados. – H.H.
East Aurora, 1 de diciembre de 1913".

UN MENSAJE A GARCIA
En todo este asunto de Cuba hay un nombre que sobresale en el horizonte de mi memoria, como el planeta Marte en su perihelio. Cuando se declaró la guerra entre España y los Estados Unidos, era muy necesario comunicarse prontamente con el jefe de los insurrectos. Encontrábase García, allá, en la manigua de Cuba, sin que supiera su paradero. Era imposible toda comunicación con él por telégrafo o por correo. El presidente tenía que contar con su cooperación sin pérdida de tiempo. ¿Qué Hacer?
Se trajo a Rowan y se le entregó una carta que a su vez la entrega a García. De cómo fue que este hombre Rowan, tomó la carta, la selló en una cartera de hule, se la amarró al pecho, hizo un viaje de cuatro días y desembarcó de noche en las costas de Cuba en un bote sin cubierta; de cómo fue que se internó en las montañas y en tres semanas salió al otro lado de la isla, habiendo atravesado a pie un país hostil, y entregado la carta a García, son cosas que no tengo deseo especial de narrar en detalle. Pero sí quiero que conste que MacKinley, Presidente de los Estados Unidos, puso una carta en manos de Rowan para que éste la entregara a García. Rowan tomó la carta y no preguntó: ¿Dónde está García?"
¡Loado Sea Dios! He aquí un hombre cuya figura debe ser vaciada en imperecedero bronce y puesta su estatua en todos los colegios del país. No es la enseñanza de los libros lo que los jóvenes necesitan, ni la instrucción de esto o aquello, sino el endurecimiento de las vértebras para que sean fieles a sus cargos, para que actúen con diligencia, para que hagan lo que se les pide: Llevar el Mensaje a García.
No hay hombre que haya tratado de administrar una empresa que requiera mucho personal que, a veces, no se haya quedado atónito al notar la imbecilidad del promedio de los hombres, la inhabilidad o la falta de voluntad de concentrar sus inteligencias en una cosa dada y hacerla.
La asistencia irregular, la desatención ridícula, la indiferencia vulgar y el trabajo mal hecho, parecen ser la regla general, No hay hombre alguno que salga airoso de su empresa a menos que, quiérase o no, o por fuerza, obligue o soborne a otros para que le ayuden, o a menos que tal vez Dios Todopoderoso, en su bondad, haga un milagro y le envíe el Angel de la Luz para que le sirva de auxiliar.
Usted, lector, puede hacer esta pregunta. Se encuentra en estos momentos sentado en su oficina. A su alrededor tiene seis empleados. Llama a uno de ellos y pídale lo siguiente."Tenga la bondad de buscar en la enciclopedia y hágame un memorándun corto de la vida de Correggio."
Cree que el empleado contestará: "Sí, señor", y se marchará a hacer lo que usted le dijo?
Nada de eso. Lo mirará de soslayo y le hará una o más de las siguientes preguntas:
¿Quién era Correggio? ¿En cuál enciclopedia? ¿Dónde está la enciclopedia?, ¿Acaso fui empleado yo para hacer eso? ¿No querrá decir usted Bismarck? ¿Por qué no lo hace Carlos? ¿Murió? ¿Hay prisa para eso? ¿No sería mejor que le trajera el libro y usted mismo lo buscará? ¿Para qué quiere usted saberlo?
Y me atrevería a apostar diez contra uno, que después que haya contestado el interrogatorio y explicado la manera de buscar la información que necesita y por qué la necesita, su empleado se retirará y obligará a otro compañero a que le ayude a encontrar a GARCIA, regresando poco después diciéndole que no existe tal nombre . Desde luego, puede darse el caso de yo pierda la apuesta, pero según la ley de promedios, no debo perder.Ahora bien, si usted sabe lo que tiene entre manos, no debe molestarse en explicar a su auxiliar que "Correggio" está indicado con "C" y no con "K", sino que sonriente y de buen humor le dirá: "Está bien, déjelo", y dicho esto se levantará y lo buscará usted mismo.
Y esa incapacidad para obrar independientemente, esa estupidez moral, esa deformidad de la voluntad, esa falta de disposición para hacerse cargo de una cosa y realizarla, ésas son cosas que se ha propuesto para el largo plazo, en el futuro, el socialismo puro. Si los hombres no actúan por su propia iniciativa por sí mismos, ¿que harán cuando el producto de sus esfuerzos sea para todos? La fuerza bruta parece necesaria y el temor a ser "rebajado" el sábado a la hora del cobro, hace que muchos trabajadores o empleados conserven el trabajo o la colaboración.Anuncia buscando un taquígrafo, y de 10 solicitantes, nueve son individuos que no tienen ortografía, y lo que es más, individuos que no creen necesario tenerla. Podría esta persona escribir Una Carta a García.
-Mire usted - me decía el gerente de una gran fábrica - mire usted aquel tenedor de libros.
-Bien, ¿qué le pasa?
Es un magnífico contador, más si le manda a hacer una diligencia tal vez la haga, pero puede darse el caso de que entre en cuatro bares antes de llegar, y cuando llegue a la calle principal ya no se acuerde de lo que le dijo.
¿Puede confiar a ese hombre que lleve un mensaje a García?
Recientemente hemos estado oyendo conversaciones y expresiones de muchas simpatías hacia "los extranjeros naturalizados que son objeto de explotación en los talleres", así, como hacía "el hombre sin hogar que anda errante en busca de trabajo honrado" y junto a esas expresiones con frecuencia se emplean palabras duras hacia los hombres que están en el poder.
Nada se dice del patrón que se aventaja antes de tiempo, tratando en vano de inducir a los eternos disgustados y perezosos a que hagan un trabajo a conciencia, ni se dice nada del mucho tiempo ni de la paciencia que ese patrón ha tenido buscando personal que no hace otra cosa sino "matar el tiempo" tan pronto como el patrón vuelva la espalda.En todo establecimiento y en toda fábrica se tiene constantemente en práctica el procedimiento de selección por eliminación. El patrón se ve constantemente obligado a reducir personal que ha demostrado su incompetencia en el fomento de sus intereses, y a tomar otros empleados, sin importar que los tiempos sean buenos. Este procedimiento de selección sigue en todo tiempo y la única diferencia es que cuando las cosas están mal y el trabajo escasea, se hace la selección con más escrupulosidad, pero sin duda el incompetente y el inservible es el que tiene que salir de cualquier organización si se desea mantener la salud en la empresa. Por interés propio, el patrón tiene que quedarse con los mejores, con los que pueden llevar un mensaje a García.
Conozco a individuos de aptitudes verdaderamente brillantes, pero sin la habilidad necesaria para manejar su propio negocio, y desde luego completamente inútil es para cualquier otro, debido a la insana sospecha que constantemente abriga de que su patrón le oprime o trata de oprimirle. Sin poder mandar no tolera que se le mande. Si se le diera un mensaje para que lo llevara a GARCÍA, probablemente su contestación sería: "Llévelo usted mismo".Hoy ese hombre anda errante por las calles en busca de trabajo, teniendo que sufrir la inclemencia del tiempo. Nadie que le conozca se ofrece a darle trabajo, puesto que es la esencia misma del descontento. No entra por razones y lo único que en él podría producir algún efecto sería un buen puntapié salido de la punta de una bota del número nueve, de suela gruesa. Sé en verdad, que un individuo tan moralmente deforme como ése, no es menos digno de compasión que el físicamente inválido; pero en nuestra compasión derramaremos también una lágrima por aquellos hombres que se encuentran enfrente de grandes empresas, cuyas horas de trabajo no están limitadas por el sonido de salida del silbato, cuyos cabellos prematuramente encanecen en la lucha que sostienen contra la indiferencia zafia, contra la imbecilidad crasa y contra la ingratitud cruenta de los otros, quienes, a no ser por el espíritu emprendedor de aquellos, andarían hambrientos.
Diríase que me he expresado con mucha dureza. Tal vez sí, pero cuando el mundo entero se ha entregado al descanso yo quiero expresar una palabra de simpatía hacía el hombre que sale adelante en su empresa, hacía el hombre que, aun a pesar de grandes inconvenientes ha sabido dirigir los esfuerzos de otros hombres y que, después del triunfo, resulta que no ha ganado nada más que su subsistencia.
También yo he cargado mi lata de comida para el taller y he trabajado a jornal diario, y también ha sido patrón y sé que puede decirse algo de ambos lados.
Hay excelencia en la pobreza "per se". Los harapos nos sirven de recomendación, no todos los patrones son capaces y tiranos y no todos los pobres son virtuosos.
Mis simpatías todas van hacia el hombre que hace su trabajo cuando el patrón está presente, como cuando se encuentra ausente. Y el hombre que al entregársele una carta para GARCÍA, tranquilamente toma la misiva, sin hacer preguntas idiotas, sin intención alguna de arrojarla a la primera alcantarilla que se encuentra a su paso o de hacer cosas que no sea el entregarla al destinatario. Ese hombre no se queda nunca sin trabajo, ni tiene que declararse en huelga para que se le aumente el sueldo. La civilización busca ansiosa, insistentemente, a esa clase de hombres. Cualquier cosa que ese hombre pida, la consigue. Se le necesita en toda ciudad, en todo pueblo, en toda villa, en toda oficina, tienda y fábrica y en todo taller.
El mundo entero lo solicita a gritos, se necesita con urgencia al hombre que pueda llevar UN... MENSAJE A GARCIA.

Trump anima a invertir en EE UU a los extranjeros en un tiempo de recesión


Leía el otro día que el magnate inmobiliario Donald Trump decía no estar contento con la marcha económica de Estados Unidos y atribuía todos los problemas a la política económica del presidente George W. Bush: «Es el peor presidente que hemos tenido jamás. No ha gestionado el país como debería. Ya no es lo que era.», comentó a un grupo de periodistas un empresario acostumbrado a renacer de sus cenizas tras haber superado varias bancarrotas que no han deslucido su currículum, con un emporio de más de 20.000 trabajadores y un impacto mediático que, según comentan, provoca que su firma en cualquier proyecto cueste a quien la quiera cuatro millones de dólares. Acostumbrados a ver la botella medio llena, Trump ve algo positivo en la recesión que vive su país y la debilidad del dólar: la posibilidad de atraer a inversores extranjeros que estén dispuestos a rentabilizar sus euros en EE UU. En este sentido Trump está en el mejor momento y en el sitio adecuado, ya que está construyendo en Manhattan el Trump Soho Hotel Condominium, una torre de 46 pisos cuyas habitaciones, en régimen de propiedad, están siendo adquiridas por numerosos españoles. De ahí que declare su amor por España y exprese su intención de invertir en nuestro país. «Me produce buenas sensaciones, no sólo la economía, que dicen que ahora está un poco baja. Pero sí, me gustaría emprender allí algún proyecto inmobiliario e invertir en campos de golf». Con vistas al futuro, no se alarma. Ha visto suficientes crisis crediticas en EE UU y no duda en afirmar que el próximo año se estabilizará. Menos optimista es con la economía doméstica en general, «que aún necesitará un tiempo en estabilizarse». De lo que no tiene ninguna duda, aunque evita decir sus nombres, es que, lo más probable es que sea un presidente demócrata el encargado de revitalizarla.
Parece que lo dicho por Donald dió efecto.
Leí también días pasados la siguiente noticia en ABC Color de Asunción:
Los grupos hoteleros españoles se lanzan a invertir en EEUU

Publicado el 14/01/2008, por Gemma Martínez. Nueva York
Las grandes cadenas, lideradas por Barceló, Vincci y Losan, quieren aprovechar la caída de precios del mercado inmobiliario y la debilidad del dólar frente al euro para acelerar su crecimiento en el país.
Estados Unidos es el tercer destino del mundo por llegadas de turistas, por detrás de Francia y España, con 51,1 millones de visitantes en 2006, según la Organización Mundial de Turismo. El 0,8% era de nacionalidad española, un 10% más. Las cadenas hoteleras españolas quieren beneficiarse de este flujo de turistas y tienen en estudio varias operaciones para comprar activos en EEUU.
Actualmente, los grupos españoles superan las 16.000 habitaciones en el país, concentradas principalmente en Nueva York, Miami, Orlando y Washington. Ahora, firmas como Barceló, Vincci, Losan y Único aspiran a multiplicar esta presencia con planes que aprovecharán la caída de precios del mercado inmobiliario y la debilidad del dólar frente al euro.
Y bueno... El que sabe aprovecha...

jueves, 3 de julio de 2008

Descubre el principio 90/10


Cambiará tu vida (al menos la forma en como reaccionas a situaciones).
¿Cuál es este principio? El 10% de la vida está relacionado con lo que te pasa, el 90% de la vida está relacionado por lo forma en como reaccionas.
¿Qué quiere decir esto? Nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de lo que nos sucede.
No podemos evitar que el carro se descomponga, que el avión llegue tarde, lo cual tirará por la borda todo nuestro plan. Un automovilista puede obstaculizarnos en el tráfico.
No tenemos control de este 10%. El otro 90% es diferente. Tú determinas el otro 90%.
¿Cómo? …Con tu reacción.
Tú no puedes controlar el semáforo en rojo, pero puedes controlar tu reacción. No dejes que la
gente se aproveche de ti. Tú puedes controlar como reaccionas.
Usemos un ejemplo.
Estás desayunando con tu familia. Tu hija tira una taza de café y chispea tu camisa de trabajo. Tú no tienes control sobre lo que acaba de pasar.
Lo siguiente que suceda será determinado por tu reacción.
Tú maldices.
Regañas severamente a tu hija por que te tiró la taza encima. Ella rompe a llorar. Después de regañarla, te volteas a tu
esposa y la criticas por colocar la taza demasiado cerca de la orilla de la mesa. Y sigue una batalla verbal.
Tú, vociferando, subes a cambiarte la camisa. Cuando bajas de regreso, encuentras a tu hija demasiado ocupada llorando, terminándose el desayuno y estar lista para la escuela. Ella pierde el autobús.
Tu esposa debe irse inmediatamente para el trabajo. Tu te apresuras al carro y llevas a tu hija a la escuela. Debido a que tú ya estás atrasado, manejas a 40 millas por
hora en una velocidad máxima de 30 millas por hora.
Después de 15 minutos de retraso y obtener una multa de tráfico por $60.00, llegas a la escuela. Tu hija corre a la escuela sin decirte adiós. Después de llegar a la oficina 20 minutos tarde, te das cuenta que se te olvidó el maletín. Tu día empezó terrible. Y parece que se pondrá cada vez peor. Ansías llegar a tu casa.
Cuando llegas a tu casa, encuentras un pequeño distanciamiento en tu relación con tu esposa y tu hija.
¿Porqué? Debido a como reaccionaste en la mañana.
¿Porqué tuviste un mal día?
a) ¿el café lo causó?
b) ¿tu hija lo causó?
c) ¿el policía lo causó?
d) ¿tú lo causaste?
La respuesta es la “d”.
Tú no tenías control sobre lo que pasó con el café. La forma en como reaccionaste esos 5 segundos fue lo que causó tu mal día.
Te presento lo que debió haber sucedido.
El café te chispea. Tú hija está a
punto de llorar. Tú gentilmente le dices, “está bien cariño, solo necesitas tener más cuidado la próxima vez”. Después de agarrar una camisa nueva y tu maletín, regresas abajo y miras a través de la ventana y ves a tu hija tomando el autobús. Ella voltea y te dice adiós con la mano.
¿Notas la diferencia?
Dos escenarios diferentes. Ambos empezaron igual. Ambos terminaron diferente.
¿Por qué?
Tú realmente no tienes control sobre el 10% de lo que sucede. El otro 90% se determinó por tu reacción.
Aquí están algunas formas de aplicar el principio 90/10. Si alguien te dice algo negativo acerca de ti, no lo tomes muy a pecho. Deja que el ataque caiga como el agua sobre el aceite. No dejes que los comentarios negativos te afecten.Reacciona apropiadamente y no arruinarás tu día. Una reacción equivocada podría resultar en la pérdida de un amigo, ser despedido, te puedes estresar, etc.
¿Cómo reaccionar si alguien te interrumpe en el tráfico? ¿Pierdes tu carácter? ¿Golpeas sobre el volante? (a un amigo mío se le desprendió el volante) ¿Maldices? ¿Te sube la presión?
¿A quién le preocupa que llegues 10 segundos tarde al trabajo? ¿Por qué dejar que los carros te arruinen el
viaje?
Recuerda el principio 90/10 y no te preocupes de eso.
Tú has dicho que perdiste el empleo.
¿Porqué perder el sueño y ponerte enojado? No funcionará. Usa la energía de preocupación y el tiempo para encontrar otro trabajo.
El avión está atrasado. Va a arruinar la programación de tu día. ¿Por qué manifestar frustración con la encargada de la aerolínea? Ella no tiene control de lo que está pasando.
Usa tu tiempo para estudiar,
conocer a otros pasajeros, ¿Por qué estresarse? Eso hará que las cosas se pongan peor.Ahora ya conoces el principio 90/10. Aplícalo y quedarás maravillado con los resultados. No perderás nada si lo intentas. El principio 90/10 es increíble. Muy pocos lo conocen y aplican este principio.
¿El resultado?
Millones de gente están sufriendo de un estrés que no vale la pena, sufrimientos, problemas y dolores de cabeza. Todos debemos entender y aplicar el principio 90/10.
¡Puede
cambiar tu vida!
Disfrútalo…
Fuente:
http://www.exito21.com

Curso de Economia Basica


Interesantes argumentos!


Estos eran diez amigos para quienes la fortuna y el trabajo de cada quien les habían deparado una vida muy distinta en lo material. Sin embargo, tenían un gran gusto en común: sentarse cada día en el bar de la colonia a compartir su tiempo tomando cada quien una cerveza.Desde los inicios de dichas reuniones, seguramente a propuesta del del grupo, habían decidido dividir el total de la cuenta de acuerdo a la riqueza económica de cada uno de los miembros del grupo, simulando así la forma en la que se distribuye el pago de impuestos en la sociedad. Por tanto, los 100 pesos de la cuenta diaria se repartían de la siguiente manera:Los cuatro primeros amigos (los más pobres) no pagaban nada; El quinto pagaba $1; El sexto pagaba $3; El séptimo pagaba $7; El octavo pagaba $12; El noveno pagaba $18 y El décimo amigo (el más rico) pagaba $59.Los diez amigos se reunían a diario. Arreglaban el mundo sólo para nuevamente, al siguiente día, descomponerlo. Nadie le daba mucha importancia a la distribución de la cuenta entre ellos. Llegó el día, sin embargo, en que todo mundo en el bar empezó a hablar de "competitividad" y de "reformas estructurales". Del cantinero al garrotero a los otros parroquianos, todos cayeron en cuenta de que la única forma de mantener el negocio en marcha y enfrentar la competencia de otros bares era haciendo ajustes a las costumbres de antaño.Como parte de los cambios, el dueño del negocio les dijo a los diez amigos lo que parecía una buena noticia: "Deseo mantener su lealtad e incorporar a más clientes al bar (aumentar la base de contribuyentes) , por lo que a partir de hoy su cuenta diaria se les bonificará con un descuento de $20".Uno de los amigos, contador público que se encontraba presente, sugirió que para mantener el balance se siguiera dividiendo la cuenta como hasta ahora.Los cuatro amigos más pobres quedarían tal cual. Seguirían bebiendo gratis.Pero, la pregunta era: ¿Cómo se dividiría la ganancia (los excedentes petroleros, la reducción de tasas etc.) entre los seis que sí pagaban para que a cada cual le tocara 'lo justo'?La bonificación de $20 dividida entre 6 daba la cantidad de $3.33 por cabeza. Pero al restar dicha cantidad del pago de cada quien resultaba que tanto el quinto como el sexto amigo recibirían un ingreso por beber su cerveza, lo que hasta para un abogado resultaba ilógico.El dueño del negocio, un hombre razonable y prudente, sugirió que lo justo sería reducir la cuenta de cada quien (la carga fiscal) en una cantidad lo mas parecido y proporcional a su contribución posible. Así, ahora:a) El quinto amigo, al igual que los cuatro primeros, no pagarían nada.b) El sexto pagaría $2 en vez de $3 (un ahorro de 33%);c) El séptimo pagaría $5 en vez de $7 (28% menos);d) El octavo pagaría $9 en lugar de $12 (25% menos);e) El noveno pagaría $15 en lugar de $18 (22% menos) yf) El décimo amigo pagaría $49 en vez de $59 (un ahorro de 16%).Los primeros cuatro, bajo este nuevo procedimiento, estaban igual de bien que antes (para estos propósitos) y los restantes seis amigos habían recibido un beneficio. Sin embargo, una vez en la calle, los amigos empezaron a comparar el resultado. "Yo sólo recibí un peso de los $20", dijo el sexto, "mientras que él -apuntando al décimo- recibió $10". "Sí, es cierto", dijo el quinto amigo. "Yo también me beneficié sólo con $1 y no es justo que él haya recibido 10 veces más que yo". Como siempre: ¡Los ricos se quedan con todos los beneficios!¡Hey! ¡Momento!, gritaron al unísono los cuatro primeros amigos."Nosotros, que somos los mas desprotegidos, no recibimos nada"¡El sistema siempre explota a los más pobres!".Ante evidencia tan contundente, los nueve amigos rodearon al décimo y le dieron una golpiza aún más contundente, enojados por haberse aprovechado de la injusta distribución que ocasionaban los cambios del sistema.Al día siguiente, el décimo amigo estaba tan golpeado que no pudo ir al bar a tomar su cerveza. Los otros bebieron sin él pero a la hora de pagar descubrieron que entre todos no les alcanzaba ni para pagar siquiera la mitad de la cuenta.Esta pequeña historia del Dr. David R. Kamerschen, profesor de economía de la Universidad de Georgia, ilustra cómo funciona buena parte de cualquier sistema fiscal.Ahora que Hacienda y los diputados "hacen su chamba", vale reiterar que, por definición, el beneficio de mayores recursos públicos producto de una reforma hacendaria debe ir a los más pobres; de la misma forma, en la medida en la que más personas se sumen a la base de contribuyentes y se termine con el trato de excepción para estos y aquellos, el beneficio de menores cargas fiscales deberá ir a quienes de entrada ya pagan más.De no hacerlo, los nueve amigos dejarán de tomar su cerveza como hasta ahora, mientras que el décimo tomará su cerveza tranquilamente en cualquier otro país del mundo.

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